Por Norberto Valencia González
En la penumbra del diamante, donde el susurro del viento se entrelaza con el eco de los aplausos, Dawel Lugo emergió como el maestro de la madera, esculpiendo un triunfo resonante para los Tigres del Licey. Bajo el manto estrellado de la Serie Final de la Liga Dominicana de Béisbol, los Tigres rugieron con fuerza, venciendo a las Estrellas Orientales con un marcador de 3-1 en un duelo cargado de emociones.
Los Tigres, dueños de la ferocidad recién descubierta, han conquistado las últimas dos batallas, hilvanando victorias que han tejido la sinfonía de la igualdad en la Serie Final, ahora empatada a dos enfrentamientos en una danza de siete juegos, donde cada movimiento es crucial.
En el crepúsculo del primer acto, los Tigres aseguraron su dominio. Con el lanzador verde Austin Davis en la loma, los bengalíes marcaron tres anotaciones, esculpiendo su camino hacia la gloria en ese capítulo inicial.
Las Estrellas, cual paquidermos con alma indomable, resistieron hasta el último episodio, anotando su única carrera en el cierre del noveno. Vidal Bruján, con un toque de hit por la tercera base, desató la esperanza, llegando a la antesala por un error en el tiro hacia la inicial. Desde esa posición, anotó con la maestría de un rodado ejecutado por el campo corto Robinson Canó.
En el estratégico juego de las finales, donde cada movimiento puede cambiar el destino, solo las Águilas Cibaeñas de la campaña 2020-2021 han logrado renacer desde el abismo, remontando un 0-2 en una hazaña única. Un campeonato jugado a puertas cerradas, testigo del resurgir ante la adversidad de la pandemia de la COVID-19.
En el montículo, Nico Tellache, como un alquimista de la esfera, desafió a los primeros 17 bateadores en 4.2 entradas, tejiendo un lienzo de tres hits y dos ponches. Adonis Medina, el arquitecto de la victoria, entró en la obra maestra para consolidar el triunfo en 1.1 innings, permitiendo solo un hit y propinando un ponche.
Jairo Asencio, el custodio del último acto, enfrentó a los últimos cinco bateadores en la novena entrada, sellando el arte con dos hits y un bateador ponchado.
En el duelo de lanzadores, Austin Davis, el serpentinero verde, solo pudo extraer un out ante cinco bateadores en la primera entrada, siendo castigado con dos hits y tres carreras limpias, mientras otorgaba dos bases por bolas.
En la danza de los bates, Dawel Lugo, con su pincel de madera, lideró la sinfonía de los Tigres con tres hits en cuatro apariciones al plato. Luis Barrera y Emilio Bonifacio también contribuyeron con su destreza, hilando un tapiz de éxitos.
Este miércoles, el telón se cierra para la Serie Final, otorgando un día libre a los contendientes. La epopeya continuará su relato apasionante mañana jueves, cuando los protagonistas regresen al diamante para tres últimos días de batallas intensas, transformando el escenario en un 3-2, donde cada gesto y cada swing se convierten en parte de la leyenda en construcción.