Por Norberto Valencia González
En los bastidores del tiempo, donde las gestas deportivas se entrelazan con la eternidad, la Liga de Béisbol Profesional de República Dominicana (LIDOM) desbordó su alegría ante el veredicto divino que el lunes consagró a Adrián Beltré en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Beltré, con su destreza mágica en el diamante, se erige como el quinto dominicano investido en el templo de los inmortales de las Grandes Ligas, danzando junto a las leyendas de Juan Marichal, Pedro Martínez, Vladimir Guerrero y David Ortiz.
Vitelio Mejía Ortiz, presidente de LIDOM, dio voz a la exultante ovación de la junta directiva, compuesta por las seis franquicias que tejen la epopeya del béisbol quisqueyano. En un mensaje impreso, Mejía Ortiz tejió elogios a Beltré, por su selección en el sagrado panteón del béisbol.
“Este día es más que un hito, es una sinfonía celestial, y en esta ocasión, es Adrián Beltré quien nos regala la dicha y el orgullo por tan sublime reconocimiento a su carrera ilustre”, manifestó Mejía Ortiz. “Adrián nos colma de inmensa satisfacción, no solo por ser artífice de una carrera formidable en el terreno de juego, sino también por llevar una vida ejemplar más allá de los confines del béisbol”.
En los años mozos de su carrera, entre 1996 y 2001, Beltré desplegó su magia en LIDOM, dejando su huella en los equipos de los Azucareros del Este, Águilas Cibaeñas, Estrellas Orientales y Leones del Escogido.
La elección de Beltré para Cooperstown, con el imponente 95.1% de los votos de los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BWAA, por sus siglas en inglés), fue un canto de reconocimiento entonado junto a las votaciones de Joe Mauer (79.7%) y Todd Helton (76.6%).
El telón se levantará para la ceremonia de inducción, un ritual sagrado que unirá a Beltré y sus pares, el domingo 21 de julio en Cooperstown, Nueva York.
Beltré, símbolo de constancia en las Grandes Ligas, engalanó su carrera con cinco Guantes de Oro y una sinfonía de 477 jonrones y 3,166 hits. Este impresionante registro de imparables lo catapultó por encima de los logros de George Brett, colocándolo como el antesalista con la mayor cantidad de hits en la historia del béisbol. En la travesía del diamante, Beltré no solo bateó, sino que también orquestó una melodía que resonará en la memoria del béisbol para siempre.