Por Norberto Valencia González
Lo recuerdo como si fuera ayer y fue una de mis grandes lecciones: en el Super Bowl 2021, Tom Brady sumó su séptimo anillo de la NFL liderando a los Tampa Bay Buccaneers sobre los Kansas City Chiefs, pero su hazaña histórica se vio momentáneamente opacada por un incidente protagonizado por Yuri Andrade. Este hombre, de 31 años, saltó al campo semidesnudo durante el último cuarto, captando la atención de todos.
Desde entonces, se han desatado investigaciones para descifrar los motivos detrás de su intrusión. Una de las teorías sugiere que Andrade apostó en un casino 50 mil dólares a que alguien invadiría el campo, con una cuota de +750. Su arriesgada apuesta resultó en una ganancia de 375 mil dólares, y solo tuvo que pagar mil dólares de fianza.
En una entrevista con USA Today, Andrade afirmó que fue “solo una broma entre amigos, más o menos”, negando cualquier intención maliciosa. A pesar de sus explicaciones, las investigaciones continúan.
Así, Tom Brady brilló en el Super Bowl 2021, pero Yuri Andrade robó el espectáculo de un Super Bowl 2021, transmitido por CBS que atrajo a una audiencia televisiva promedio de 92 millones de espectadores, marcando un 9% menos que el campeonato de la Liga Nacional de Fútbol Americano. Según datos de Nielsen, esa cifra representó la audiencia más baja desde el año 2006 e incluye a aquellos que sintonizaron el evento en sus hogares, bares y restaurantes.
En un deporte donde los números son fundamentales, como el fútbol americano, las opciones de apuestas son amplias. No solo se puede apostar por el resultado de un partido, sino también por diversas posibilidades, como la cantidad de puntos anotados por cuarto, las yardas completadas por un quarterback por aire, o incluso eventos más inusuales, como la entrada de un fanático desnudo en un Super Bowl.
Durante décadas, la NFL se opuso firmemente a las apuestas deportivas por temor a que afectaran la integridad de la competencia.
En los Estados Unidos, a pesar de ser un negocio millonario, las apuestas deportivas no contaban con el respaldo oficial de las principales ligas, incluyendo la NFL, la NCAA, la NBA, la NHL y la MLS. Sin embargo, en 2018, la Corte Suprema dictaminó en contra de la oposición de estas ligas, abriendo la puerta para la legalización de las apuestas deportivas en más de la mitad de los estados del país en los tres años siguientes.
En el año 2020, la National Football League anunció acuerdos con las empresas Caesars Entertainment, DraftKings y FanDuel. Estos acuerdos convierten a estas empresas en los primeros socios oficiales de apuestas de la liga, convirtiendo a la NFL en la última de las principales competiciones en asociarse con casas de apuestas.Renie Anderson, Chief Revenue Officer y Vicepresidenta Ejecutiva de Partnerships de la NFL, expresó: “A medida que el panorama de las apuestas deportivas ha seguido evolucionando en los Estados Unidos, hemos reflexionado sobre nuestra estrategia y nos complace anunciar tres socios que comparten la visión y los objetivos de la NFL. Trabajando en estrecha colaboración con Caesars, DraftKings y FanDuel, brindaremos a los fanáticos formas nuevas y diferentes de interactuar y participar en el deporte que aman”