Redacción de ExpertBets
Bajo los cielos de Serrekunda, Gambia, una narrativa de inesperada urgencia se tejió en las alturas. El vuelo que llevaba consigo los sueños y esperanzas de la selección nacional de fútbol de Gambia, los valientes “Escorpiones”, se vio envuelto en una odisea imprevista durante su viaje hacia Costa de Marfil para participar en la prestigiosa Copa Africana de Naciones.
El miércoles, en un dramático giro, el vuelo se vio obligado a retornar a la capital, Banjul, tras apenas nueve minutos en el cielo, cuando la tripulación detectó complicaciones técnicas, reveló la Federación de Fútbol de Gambia en un comunicado que resonó en las redes sociales.
En medio de la incertidumbre, las investigaciones preliminares de la federación señalaron una desconcertante pérdida de presión y oxígeno en la cabina, desatando preocupación sobre lo que podría haber sido una tragedia inminente.
La compañía Air Cote d’Ivoire, responsable del vuelo charter, asumió la responsabilidad de esclarecer los misterios que se escondían tras la falta de oxígeno y presión, delineando un camino hacia la verdad en medio de la incertidumbre.
Los jugadores, heraldos de la esperanza futbolística de Gambia, viajaban con destino a la Copa África en Costa de Marfil, donde la competición estaba a punto de desplegarse en toda su magnificencia. Este torneo bienal, en su 34ª edición, había sido originalmente programado para el año pasado, pero las lluvias en Costa de Marfil postergaron el espectáculo, llevando a los “Escorpiones” a enfrentar un destino inesperado.
Tom Saintfiet, el estratega belga que lidera el equipo, compartió con el mundo la angustia vivida a bordo. En declaraciones a la cadena de televisión belga VRT, reveló que la tripulación y los jugadores habían enfrentado un riesgo mortal: la intoxicación por monóxido de carbono. Algunos jugadores, incrédulos, no recobraron la conciencia sino hasta después de aterrizar, marcando un milagro en medio de la adversidad.
En las redes sociales, el lateral derecho, Saidy Janko, pintó con palabras la cruda realidad de la falta de oxígeno, describiendo fuertes dolores de cabeza y mareos extremos que sumieron a los pasajeros en un sueño profundo apenas minutos después del despegue.
El equipo, desafiando a la tragedia, tiene la mirada puesta en la esperanza. Con la determinación que caracteriza a los verdaderos atletas, planean tomar otro vuelo hacia Costa de Marfil esta tarde de jueves. La ciudad de Yamoussoukro será testigo de su resurgimiento, donde, según la federación, disputarán varios de sus encuentros en la fase de grupos.
Este relato vital y asombroso, un caleidoscopio de emociones entre el peligro y la redención, fue posible gracias a la contribución de los intrépidos reporteros de AP Raf Casert en Bruselas, Bélgica, y Baba Ahmed en Bamako, Malí, quienes hilvanaron los hechos para ofrecernos esta crónica inolvidable.