Por Norberto Valencia González
Con la emoción de todo aficionado a las apuestas deportivas, aquí estamos bajo el resplandor de los reflectores y el eco atronador de los aficionados. Japhet Amador, el imponente toletero de los Charros de Jalisco, ha conquistado por segunda vez en su carrera el codiciado Trofeo Héctor Espino, erigiéndose como el Jugador Más Valioso de la temporada invernal mexicana de béisbol.
El “cachorrito” de Mulegé, un titán en el diamante, se erige como el quinto Charro de Jalisco en inscribir su nombre en la gloriosa historia de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), llevándose el máximo premio individual por segunda ocasión, un logro que emula con maestría su hazaña en la temporada 2015-2016.
El arte de conectar jonrones se convierte en la especialidad de Amador, quien lideró la liga con 15 vuelacercas majestuosos. Su destreza se reflejó en un asombroso porcentaje de slugging de .570, ocupando la segunda posición en este rubro. En la danza entre el bate y la pelota, Amador desplegó su magia, registrando un promedio de bateo de .278 con 60 imparables en 62 juegos, contribuyendo con 40 carreras producidas.
La votación para el MVP se convirtió en un acto de consagración para el gigante mexicano, quien obtuvo un avasallador 46 por ciento de los votos, un tributo a su dominio en el terreno de juego. La comunidad de la LMP, desde los miembros de los clubes hasta los apasionados aficionados, rindió homenaje a la excepcionalidad de Amador en esta temporada.
La lista de aspirantes a este galardón incluía nombres destacados como Kennys Vargas de los Águilas de Mexicali (27%), Eric Filia de los Cañeros de Los Mochis (13%), Allen Córdoba de los Yaquis de Obregón (10%), y Max Murphy y Peter O´Brien de los Mayos de Navojoa y Tomateros de Culiacán respectivamente, ambos con un 2 por ciento.
La noche de gala también rindió homenaje a otros talentosos protagonistas de la temporada 2023-2024, otorgando reconocimientos como Manager del Año a Benjamín Gil (JAL), Novato del Año a Jared Serna (JAL), Relevista del Año a Elkin Alcalá (MAZ) y Pitcher del Año a Manny Barreda (CUL), todos inmortalizados en la brillante constelación de la LMP. Pero la joya más resplandeciente de esta ceremonia fue, sin lugar a dudas, el Jugador Más Valioso, el inigualable Japhet Amador, cuya grandeza ilumina la historia de los Charros de Jalisco y la Liga Mexicana del Pacífico.