Por Norberto Valencia González
La final del Abierto de Australia que se llevará a cabo mañana domingo en la Rod Laver Arena se perfila como una de las más impredecibles en los últimos tiempos. Esto se debe en parte a que ninguno de los finalistas ha ganado el torneo anteriormente, marcando la primera vez en 16 años que esto sucede.
Daniil Medvedev llega con ventajas en su historial frente a Jannik Sinner, liderando 6-3 en los enfrentamientos directos, y también en términos de experiencia. El actual número 3 del Pepperstone ATP Ranking disputará su sexta final de Grand Slam, siendo la tercera en Australia. Medvedev, campeón del US Open 2021, exhibe una mentalidad sólida que refuerza su posición como candidato al título, habiendo superado desafíos como la pérdida de sets y remontando partidos en esta quincena.
Medvedev, al expresar su fortaleza mental después de vencer a Zverev, muestra confianza en su capacidad para dar el máximo en la final y evitar una repetición de su derrota en la final de Australia en 2022 ante Rafael Nadal. En caso de ganar, Medvedev ascendería al segundo lugar del ranking mundial, desplazando a Carlos Alcaraz, y se convertiría en el sexto tenista activo con más de un título de Grand Slam.
Por otro lado, Jannik Sinner tiene motivos para creer en su victoria, habiendo derrotado a Novak Djokovic en las semifinales. Su rendimiento excepcional en el torneo, con un mínimo desgaste físico y victorias convincentes sobre miembros del Top 5, lo posiciona como un contendiente fuerte. Sinner ha ganado las últimas tres veces que se enfrentó a Medvedev, siendo agresivo en su juego, lo que añade emoción a la final.
La final entre Medvedev y Sinner se presenta como un enfrentamiento impredecible, donde la experiencia y la fortaleza mental de Medvedev chocan con el impulso y la agresividad de Sinner, creando una expectativa emocionante para los fanáticos del tenis.