Por Norberto Valencia González
Menuda batalla en la cancha. Mi apuesta por el triunfo de Novak Djokovic resultó acertada, pero definitivamente fue un desafío enfrentarse a Taylor Fritz en un emocionante encuentro en el Abierto de Australia. El serbio, en busca de su undécimo título, tuvo que superar obstáculos significativos para avanzar a su 48ª semifinal de Grand Slam.
El enfrentamiento, que Djokovic había dominado en los ocho encuentros anteriores, demostró ser un desafío intenso desde el principio. El primer set fue un maratón con nueve “deuces”, y Fritz no solo salvó ocho puntos de quiebre, sino que también tuvo dos puntos de set. Sin embargo, Djokovic demostró su experiencia y calidad al forzar un desempate, llevándose finalmente el set tras un espectacular golpe ganador cruzado.
Fritz no cedió y rompió el servicio de Djokovic en el segundo set, igualando el marcador. A pesar del calor extremo, ambos jugadores lucharon palmo a palmo. Djokovic se refrescó con bolsas de hielo en la cabeza y finalmente logró romper el servicio de Fritz en el tercer set, marcando el inicio de su resurgimiento.
Aunque Djokovic admitió que la conversión de puntos de quiebre fue mejorable, logró romper en momentos cruciales y mejorar su juego hacia el final. En el cuarto set, aprovechó las dificultades de movimiento de Fritz para romper su servicio y sellar la victoria.
El próximo desafío para Djokovic será enfrentarse a Jannik Sinner o Andrey Rublev en la siguiente ronda, anticipando otro enfrentamiento complicado. Djokovic elogió el juego de ambos y reconoció que será un espectáculo emocionante. “Vamos a por palomitas y a relajarnos en el sofá y a disfrutar del partido”, expresó el número uno del mundo.
Como apostador, me siento satisfecho con la victoria de Djokovic, pero también emocionado por lo que vendrá en las rondas posteriores. ¡A seguir disfrutando del emocionante tenis en el Abierto de Australia!