Por Norberto Valencia González
Las temporadas en la NBA suelen ser tan prolongadas, marcadas por dinámicas de equipos, estrellas y la evolución del juego, que realizar juicios precipitados suele ser engañoso. A los Golden State Warriors, considerados la gran dinastía moderna desde los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol en la primera década del siglo, se les evaluó rápidamente, aunque de manera exagerada, incluso en momentos difíciles en la Bahía de San Francisco. Sin embargo, siguen ganando, se encuentran más cerca de la postemporada y vislumbran un futuro prometedor bajo la dirección de un renovado Steve Kerr, quien ha alcanzado un nuevo récord como entrenador.
Los Warriors anunciaron la extensión del contrato de Kerr por dos temporadas adicionales, convirtiéndolo en el mejor remunerado por año con un contrato de alrededor de 35 millones de dólares, superando a Popovich que recibía 16 millones por temporada. Esta renovación, que se suma a la de su jugador insignia, Stephen Curry, hasta la temporada 2025-26, refleja la confianza de la franquicia en el liderazgo de Kerr.
El binomio
Ambos, Curry y Kerr, han insuflado nueva vida a la temporada de los Warriors. Mientras Curry eleva constantemente su nivel, Kerr se adapta con maestría a los recursos limitados en la plantilla. “Es increíble. No me gustaría terminar mi tiempo aquí con otro entrenador. Lo que significa para esta franquicia, lo que hace por nosotros [los jugadores]. Las formas de ganar que aporta. No se le puede cambiar”, compartió Draymond Green.
La fórmula funciona, ya que han logrado un récord de 10-2 en los últimos 12 partidos, con solo dos derrotas ante los Clippers (125-130) y los Hawks (141-134), tras superar un partido complicado ante los Charlotte Hornets. En este último encuentro, Curry, con 15 puntos, y Badim Podziemski (13+6+6), crucial al provocar tres faltas en ataque, lideraron el camino.
Esta mejora notoria consolida a los Warriors dentro del Play-In (29-33, a cuatro victorias de la clasificación directa) y fortalece su desempeño en ataque (120 puntos por 100 posesiones en 2024) y equilibrio (diferencia positiva en puntos por 100 posesiones). Están más cerca de regresar a su posición dominante, y Kerr desempeña un papel fundamental en ese camino.