Por Norberto Valencia González
El próximo domingo 11 Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers chocarán en un enfrentamiento que ha elevado las expectativas del fervor deportivo. En medio de la vorágine de oportunidades de apuestas que rodea a los jugadores, la NFL reafirmó su compromiso con la “normalidad disciplinaria” ante cualquier participación en apuestas.
Jeff Miller, vicepresidente ejecutivo de Comunicaciones, Asuntos Públicos y Política de la NFL, dejó en claro que las reglas son uniformes para los jugadores de los equipos participantes y demás personal, estableciendo que en el mundo de los negocios, las apuestas, ya sean deportivas u otras, están fuera de lugar.
Miller expresó: “Cualquier jugador, entrenador, personal o miembro del servicio que sea sorprendido o identificado apostando en un casino estaría sujeto al proceso disciplinario, tratado de manera habitual como cualquier otro que violara las reglas en torno al juego”.
De hecho, Miller abundó que Kayshon Boutte, receptor de los New England Patriots, está bajo investigación por cuestiones relacionadas con apuestas. En el último año, la NFL fue testigo de una serie de infracciones a la política de juego por parte de sus jugadores. En 2023, jugadores de toda la liga recibieron suspensiones de diversa magnitud. En junio, la NFL emitió su memorándum con las seis “reglas clave” de su política de apuestas.
En la histórica celebración del Super Bowl LVIII en Las Vegas, los equipos se hospedan a unos 40 kilómetros del famoso Strip, donde se encuentran numerosos casinos, pero la NFL prohíbe a los jugadores apostar, considerándolos “en viaje de negocios“, para preservar la “integridad” del juego.
David Highhill, gerente general de apuestas deportivas de la NFL, habló de la importancia de equilibrar la protección de la integridad del juego con la entrega de experiencias para los aficionados interesados en las apuestas deportivas.