Por Norberto Valencia González
En caso todas las apuestas, Baltimore Ravens partía como favorito en el Juego de Campeonato de la AFC, pero el equipo dirigido por Andy Reid exhibió toda su calidad y experiencia, enfrentándose a un rival plagado de errores mentales. La victoria fue para Kansas City Chiefs por 17 a 10, asegurando así su lugar en el Super Bowl de Las Vegas.
La ofensiva de Kansas City movió el balón con facilidad en la primera mitad, destacando la conexión entre Patrick Mahomes y el ala cerrada Travis Kelce. Los Chiefs se fueron al descanso con una ventaja de 17 a 7, y aunque la defensiva de Baltimore detuvo en seco a los Chiefs en la segunda mitad, esa diferencia resultó suficiente para asegurar la victoria sin mayores complicaciones.
Por otro lado, a pesar de las oportunidades que brindó su defensiva para remontar el marcador, Lamar Jackson volvió a demostrar que no está a la altura en momentos cruciales. A pesar de ser el favorito para ganar su segundo MVP en la Fase Regular, el quarterback de los Ravens mostró imprecisiones y errores como pasador, incluso cuando sus estadísticas finales se maquillaron hacia el final del juego (20 de 37 para 272 yardas, 1 touchdown y 1 intercepción).
El enfrentamiento entre Mahomes y Jackson reveló al mejor jugador de la liga en el lado de Kansas City, frente a un mariscal dominante en la Fase Regular pero que no logra destacar en la postemporada, al menos como pasador. Además, un balón suelto del novato Zay Flowers, a centímetros de la zona de anotación, no ayudó a que Baltimore sumara más de escasos 10 puntos en el marcador.