Por Norberto Valencia González
Los New York Knicks están decididos a no aceptar la derrota ante los Houston Rockets sin agotar todas las opciones disponibles: la organización neoyorquina presentó una queja oficial ante la NBA con la esperanza de que el partido se reanude con un empate, permitiendo así la disputa de una prórroga.
Basándose en el informe de la NBA y en el reconocimiento por parte de Ed Malloy, jefe del equipo de árbitros, de un error al señalar una falta a Jalen Brunson, los Knicks consideran tener fundamentos sólidos para impugnar la derrota por 105-103 ante los Rockets.
Esa derrota fue sellada por Aaron Holiday desde la línea de tiros libres debido a una falta inexistente de Brunson, con menos de un segundo restante en el reloj.
Las opciones
Si la NBA decide no reanudar el partido con empate, los Knicks buscan al menos que se elimine esa derrota de su récord en la temporada. No obstante, enfrentan el desafío de demostrar no solo un error arbitral, sino también la mala aplicación de una regla.
A pesar de ser considerados por muchos analistas como uno de los equipos destacados en la liga tras sus adquisiciones en el mercado, como las llegadas de OG Anunoby y Bojan Bogdanovic, las lesiones recientes han llevado a los Knicks a perder en tres partidos consecutivos.
Es complicado que la NBA reconsidere esta situación. En la historia de la competición estadounidense solo se han resuelto favorablemente seis protestas. La más reciente ocurrió el 8 de marzo de 2008, cuando un partido entre Shaquille O’Neal y los Atlanta Hawks se reanudó debido a un error en la expulsión del jugador por faltas personales.