Por Norberto Valencia González
La celebración del All-Star Game de la NBA no solo representó un espectáculo deportivo de primer nivel, sino que también evidenció la excelente colaboración entre dos gigantes del baloncesto mundial: la NBA, reconocida productora de entretenimiento baloncestístico, y la FIBA, máxima autoridad internacional en este deporte.
Dos ejemplos notables subrayan la sólida relación y cooperación entre ambas entidades en beneficio del baloncesto a nivel global. En primer lugar, destacó la espectacular cancha que acapara la atención durante el All-Star, la misma que la FIBA introdujo en la pasada Copa del Mundo U19 en Madrid en colaboración con la federación española de baloncesto, entonces presidida por Jorge Garbajosa y actual presidente de FIBA Europa.
La cancha
Esta innovadora superficie, proporcionada por ASB Glass Floor, cautivó a jugadoras y espectadores al situar el baloncesto en una dimensión totalmente nueva. Ahora, esa misma cancha, fruto de la audaz apuesta de la FIBA, iluminó el All-Star con recursos técnicos que marcaron la pauta en esta gran fiesta del baloncesto norteamericano.
En segundo lugar, la FIBA aprovechó la ocasión para celebrar el Comité Ejecutivo de FIBA, reuniendo a sus 11 miembros, entre ellos Mark Tatum, Deputy Commissioner de la NBA, y con la invitación especial de Adam Silver, Comisionado de la NBA.
Estos dos hitos significativos refuerzan los lazos entre ambas entidades, consolidando una estrecha relación forjada a lo largo de los años mediante colaboraciones exitosas, como el lanzamiento y desarrollo conjunto de proyectos como la Basketball African League (BAL), que inicia su cuarta temporada en marzo, y los programas Basketball Without Borders.
La colaboración continua entre la FIBA y la NBA demuestra su compromiso compartido con el crecimiento y desarrollo continuo del baloncesto a nivel mundial.