Por Norberto Valencia González
Sin mayor problema, Arantxa Rus impuso su historial y venció anoche 6-3, 6-2 sin mayor problema a Gabriela Knutson en el Open BLS de Limoges, rompiendo los pronósticos de los expertos, que apostaban al triunfo de Knutson.
Nada destaca como de gran valor el lunes, pero no son pocos quienes gustan de hacer una pequeña apuesta en este enfrentamiento. Rus no tiene muchos seguidores en canchas duras, ya que su estilo con muchos efectos liftados es mucho más propicio para el éxito en arcilla.
También prefiere las canchas de arcilla y últimamente no había tenido mucho éxito en canchas duras, de modo que los números se inclinaron por una jugadora que de forma lenta pero segura ha ido aumentando su clasificación en 2023.
Puede que Arantxa tenga marca de 43-8 este año en canchas de arcilla, pero si la pones en cancha dura, es una historia totalmente diferente. Sin mucha potencia, su juego es vulnerable y, debido a que juega con mucho efecto liftado, la pelota tiende a sentarse demasiado, donde la mayoría de los oponentes pueden realizar sus tiros y tomar el control de los puntos.
Desde finales de agosto, el número 51 del mundo ha jugado siete torneos en canchas duras y ha ganado sólo tres partidos, todos contra jugadores que no son muy fuertes. Ya sea por su estilo de juego o por su falta de éxito en las canchas este año, las apuestas no se inclinaron a su favor, en un partido jugado en una cancha dura cubierta.
Lo que muchos no tomaron en cuenta es que no había enfrentamientos previos entre ambas. Knutson no ha jugado mucho en su carrera en el circuito profesional, a pesar de tener 26 años. Así que fue interesante ver cómo un talento emergente con un juego que juega bien en canchas duras se enfrentó a una jugadora más establecida, quien superó las dificultades dadas las condiciones.